Tras la visita hace 10 días de dos colegios que están trabajando con comunidades de aprendizaje quería hacer una reflexión sobre tales.
En primer lugar los colegios que visitaron nuestra facultad de Educación son los siguientes:
- Colegio San Juan de Ávila, de Castellar de Santiago.
-C.P Virgen de la Cabeza, de Valdepeñas.
Que mejor manera de darnos a conocer el funcionamiento de las comunidades
de aprendizaje que abriendo las puertas desde la Universidad (así como tales) a
2 colegios que trabajan por los siguientes problemas entre muchos:
-
Problemas de convivencia.
-
La no superación del bachillerato.
-
La falta de participación de la familia.
-
Modelo de atención a la diversidad segregado.
Como he podido
ver en la charla y como bien dijo el C.P. San Juan de Ávila:
<< Se necesitan a un pueblo entero para educar
a un niño>>
La comunidad de aprendizaje es el resultado de mucho esfuerzo y motivación
por parte del profesorado, todos tenían que tener claro que se tenían que unir
con un mismo fín: MEJORAR LOS RESULTADOS Y LA CONVIVENCIA.
Está claro que el profesorado sin la ayuda de las familias no puede
conseguirlo, por lo que necesitamos un camino muy largo, un camino de sueños y
de sensibilización, un camino de decisiones, de selección de prioridades, un
camino lleno de horas de trabajo donde profesores y familiares van a tener que
poner todo de su parte.
Desde ese punto de vista, podría parecer difícil, pero descubrí que es
muy sencillo. Por ejemplo en nuestro colegio de Castellar, asistieron a un
curso con CREA y rápidamente lo propusieron al claustro. Entonces una luz en la
vida de profesores/as que llevan años y
años con la misma metodología se les enciende y es muy bonito ver como
profesores y profesoras con toda la ilusión y motivación emprenden todos juntos
un viaje con un mismo objetivo. Entonces empiezas a ver como los profesores y
profesoras se relacionan, como intercambian ideas, como trabajan juntos, lo
cual creo que desgraciadamente no lo vemos tanto en las escuelas como nos
gustaría. Entonces como bien nos dijeron empiezan a soñar. Padres, madres,
abuelos y abuelas, niños y niñas, vecinos y vecinas, maestros y maestras, todos
sueñan y todos empiezan en esta comunidad con mucha ilusión porque ¿Qué mejor
manera que comenzar este proyecto que con sueños?
Se me ponían los pelos de punta con solo imaginarme el árbol de los
sueños, con solo imaginarme a los padres trabajando en las aulas y ¿Por qué?
Cuando era niña me hubiera encantado que mis padres hubieran podido verme
trabajar, que hubieran podido ver como mi maestra me decía: ”Miriam, muy bien hecho”. Entonces hoy
veo esto y no puedo evitar sentir envidia, una envidia sana. Pero, ¡Aquí estoy!
, ¡Soy maestra y es el momento! Yo puedo hacer que esos niñas y niñas se
sientan más motivados, yo puedo hacer que valoren y aprendan a la velocidad de
la luz con estrategias tan sencillas como: los grupos interactivos, las
tertulias dialógicas, las comisiones mixtas, los aprendizajes dialógicos…
Creo que es la mejor manera y alternativa en la sociedad actual. Tengamos
en cuenta que estamos en crisis que cada vez se están haciendo más y más
recortes en educación y más en el ámbito de la educación especial, terapias
ocupacionales, logopedas… Entonces una estrategia tan sencilla y donde la
colaboración de las familias y vecinos de los pueblos y ciudades es primordial
pueden ayudarnos. Además tengamos en cuenta que desgraciadamente, tenemos a
muchas y muchas familias en paro que darían lo que fuera por tener algún
trabajo y más aun relacionado con la educación de sus hijos e hijas.
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